«Las estrategias de sostenibilidad» como nuevo modelo de negocios.

¿Qué  es la estrategia sostenible de las empresas? En primer lugar, debemos decir que si las empresas quieren seguir estando en mercados altamente competitivos y globalizados, lo primero que debe hacer es INNOVAR y descubrir que de esa innovación y esa extensión de actividades en pro de conseguir un desarrollo sostenible, que genera a su vez una serie de oportunidades y desafíos, que va a re-exigir que la empresa defina claramente sus responsabilidades y  obligaciones.

De hecho cuando la ONU definió los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en el año 2000 y en el año 2012 se presentaron 169 metas planteando el horizonte 2015-2030, se determinó que eran las empresas las que tenían que, en cierta medida, liderar el cambio, de forma que a través de su responsabilidad social empresaria (RSE), fueran consiguiendo por un lado plataformas de comunicación, acción y colaboración y además incrementaran su transparencia y rendición de cuentas de cara a la sociedad.

Ahora bien, lo que deberíamos analizar es que quiere decir innovar, el termino innovar para las empresas es hacer las cosas de manera distinta en cualquier nivel de la organización, para poder resolver los problemas de una manera mucho más eficiente. Una innovación implica que se pueda cambiar o modificar acciones en un determinado proceso de manera continua.

En definitiva, cuando una empresa esta innovando, lo que está haciendo es generar nuevos modelos de negocio y  esos modelos diferentes o distintos, le va a permitir desarrollar una serie de ventajas competitivas que sean persistentes, es decir, que sean duraderas en el tiempo y que hagan que la empresa pueda estar por encima de todos los demás competidores de su sector, de una manera sostenible. A su vez permite fundamentalmente, crear valor  para el cliente que consume ese producto o adquiere el servicio en el que se ha innovado, desde un punto de vista económico, medioambiental y también social. Estas capacidades y actividades que serán valiosas, que no van a ser imitables y que, además, no van a ser sustituibles a corto plazo, principalmente impactan de manera significativa en la reputación empresarial, la cual se incrementará y se necesitara volver otra vez a innovar para iniciar de nuevo el ciclo.

Ante un escenario mundial que estimula perseguir un desarrollo sostenible a causa de la problemática del cambio climático, es donde las empresas pueden presentar distintas fórmulas de innovación en materia estratégica:

Pueden anticiparse adaptándose a normas medioambientales, pueden incrementar la capacidad de trabajo con otras empresas para implementar soluciones creativas generando nuevos sistemas de valor, el re-diseño de operaciones para ser mucho más eficientes en la disminuir los desperdicios, trabajar sobre aspectos vinculados con la gestión del carbono o del agua, disminuir o mejorar la eficiencia en el consumo de los recursos, entre otros.

Otra forma atrayente de innovar, siendo hasta el momento solo de carácter voluntario, es en el cálculo y registro de la huella de carbono, que puede ser una herramienta de gran ayuda para cualquier tipo de industria, empresa u organismo público, ya que permite realizar un estudio detallado de los consumos energéticos y de las emisiones de carbono generadas de manera directa o indirecta, planteando acciones de compensación además de reducir su costo energético. El cálculo de la huella de carbono permite también mejorar la imagen de la organización en lo que se refiere a su compromiso en la lucha contra el cambio climático.

Para finalizar, el cambio climático  abre un mundo de oportunidades en la formulación de nuevas estrategias a las empresas, posibilitando un amplio abanico a través de la responsabilidad social corporativa, de forma que se re-definan los principios, se analicen cuáles son los objetivos estratégicos, para luego se llegue a desarrollar y  definir líneas de actuación claves y  planes de medidas, para poder alcanzar ese desarrollo sostenible que afecte, a su vez, al desarrollo sostenible de los países.

El desarrollo sostenible es un objetivo que se ha de alcanzar a largo plazo y para ello hay que establecer hoy estrategias concretas con una visión y una misión muy bien definida, de forma que podamos avanzar hacia él. Estos cambios en la planificación involucra no solo al sector publico y a las empresas con fines de lucro, sino también a las organizaciones relacionadas con la denominada economía social. Aquellas empresas que realmente están apostando por cumplir, por alcanzar esos objetivos, podríamos considerarlas como empresas con estrategias sostenibles.

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